sábado, 29 de enero de 2011

"UNA VEREDITA ALEGRE..."

Un vals peruano muy conocido, creación de Chabuca Granda, es “Fina estampa” que en sus estrofas describe una vereda muy particular y dice así:
“Una veredita alegre,
con luz de luna o de sol,
tendida como una cinta
con sus lados de arrebol,
arrebol de los geranios
y sonrisas con rubor,
arrebol de los claveles
y las mejillas en flor.

Perfumada de magnolias,
rociada de mañanitas,
la veredita sonríe
cuando tu pie la acaricia,
y la cuculí se ríe
y la ventana se agita
cuando por esa vereda
tu fina estampa pasea…”

De acuerdo al diccionario de la Real Academia Española una vereda es un sinónimo de acera, y es la “Orilla de la calle o de otra vía pública, generalmente enlosada, sita junto al paramento de las casas, y particularmente destinada para el tránsito de la gente que va a pie”.
Repito: Es destinada para el tránsito de la gente que va a pie: Los peatones.

¿Cómo están nuestras veredas para nosotros los peatones?

Esa es una pregunta que en Ciudad del Este es muy fácil de responder. Aquí las veredas prácticamente no existen. Algunos dirán que exagero, pero es sólo dedicarle un poco de tiempo a la observación de la ciudad, que enseguida nos damos cuenta que no encontramos las veredas “perfumadas de magnolias” como reza la canción; sino que aparecen las malolientes a orín y con un deterioro tan acentuado, que cualquier descuido podría acarrearnos un accidente, pues los hoyos, baldosas flojas y desparejas podrían hacernos trastabillar y caer de mala manera.



Además tenemos a los desubicados que ocupan la vereda y piensan que es el lugar donde se pueden estacionar los vehículos, que por su gran porte y peso rompen el cordón y las baldosas, en caso de que existan.





A esto también se le suma la basura, que se deja en la vereda como si fuera el lugar adecuado, ya que no existen contenedores para depositarla y los perros callejeros la desparraman buscando algo qué comer, lo que hace de la ciudad un caos total de mal olor, moscas y contaminación.



Como si esto fuera poco, hay lugares en donde la vereda está totalmente cubierta de yuyos; ni siquiera tiene baldosas rotas. Las malezas pueden alcanzar perfectamente hasta las rodillas, lo que imposibilita el tránsito peatonal sobre ellas.


Pero la lista aún no termina. Tenemos a los niños que se drogan con cola de zapatero y otras yerbas y se acuestan a dormir en la vereda, también a los indigentes que buscan los lugarcitos que están mejor acondicionados, extienden un cartón y se acuestan encima esperando el día siguiente.

Para continuar tenemos a las construcciones, que utilizan la vereda como depósito de escombros, arena y otros implementos, obligando al peatón a caminar por la calle esquivando a los vehículos y a las motos ¡Hoy tan de moda!



Y para terminar puedo citar a los vendedores, como le decimos aquí: “mesiteros” que acaparan la vereda vendiendo de todo; frutas, verduras, medias, relojes, etc…no cito más artículos porque la lista es tan larga que me llevaría páginas.

En fin, este artículo va dirigido a los gobernantes de turno, para que hagan algo, pues me gustaría salir a caminar y recorrer la ciudad con tranquilidad, caminando sobre veredas limpias y seguras, y ofrecerle al turista una imagen presentable del Paraguay, simplemente eso.

jueves, 20 de enero de 2011

Yegua se desmaya por debilidad en plena calle


Debido a una extrema debilidad y exceso de trabajo una yegua se desmayó anoche en plena vía pública. Jóvenes voluntarios y vecinos se movilizaron para socorrerla con la ayuda de veterinarios que intentaron revivirla. Al cierre de nuestra edición, el animal seguía en estado agonizante.
Alrededor de las 20:00 de anoche una yegua que iba tirando de un carrito cargado de material reciclado cayó desvanecida sobre el asfalto en la Avda. Brasilia, casi frente a la Universidad Americana, ubicada al número 1.100.

El carrito era guiado por un menor que, a latigazos, intentaba que el animal de carga se levantara y siguiera su camino. En ese momento, varios jóvenes voluntarios de la organización Adoptame y vecinos del lugar interceptaron el carrito y auxiliaron a la bestia de carga, que no reaccionaba.

Llamaron al veterinario especialista en animales grandes, Dr. Diego Hernáez, quien le dio los primeros auxilios y le proveyó de suero glucosado, entre otros medicamentos. “Está con una debilidad extrema y tiene mucha fiebre, tal vez no le dieron de comer ni beber y tenía exceso de trabajo, por eso cayó en la calle”, dijo el profesional a ABC Color.

También llegó al lugar la defensora de los animales Francesca Crosa, junto con el veterinario de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas (SPAPP), Dr. Nicolás Cáceres, para ayudar en la tarea.

Crosa llamó a los bomberos voluntarios para trasladar al animal hasta una comisaría y le respondieron que no tenían unidad para estos casos, según comentó.

También llamó a la Policía Municipal de Tránsito y a funcionarios de la Municipalidad de Asunción, pero nadie respondió a su reclamo. Solamente llegaron hasta el sitio algunos efectivos de la Policía Nacional para ayudar. Cerca de la medianoche, el animal seguía sin reaccionar y ya estaba agonizante.

Ley de protección

Francesca Crosa reiteró que todo el proyecto de auxilio y albergue para estos casos está paralizado en el Congreso y que las demás autoridades responsables no les prestan atención a sus reiterados pedidos de audiencias para impulsar el proyecto.

“Queremos que salga una ley de protección real para los animales. Esto debe servir como un llamado de atención para las autoridades y así puedan sancionar una ley”, dijo una de las voluntarias de Adoptame.

Al lugar también llegó la joven Fátima Rossana López, con dos potrillos para llevarse el carrito. Ella dijo ser la dueña de la yegua y que vivía en el camino al Club Mbiguá.

Sin embargo, los vecinos, junto a Francesca Crosa, ya no permitieron que se fueran los animales y se anunció que se los trasladaría hasta la comisaría para darlos luego en guarda a familias que quieran hacerse cargo y darles el cuidado que merecen como seres vivos.
Fuente y Fotografía: ABC Color.

domingo, 16 de enero de 2011

Imágenes del Paraguay y de su gente


Así se llama mi blog, y siempre quiero mostrar lo lindo de Paraguay, pero lastimosamente no siempre lo que sucede aquí es lindo, también suceden cosas feas y lamentables que se deben divulgar.
Aquí en mi país también viven salvajes, y no es en el campo, sino en la capital, en la mismísima ciudad de Asunción.
Estos salvajes seguramente fueron al colegio, tienen celular y andan por las calles como cualquier mortal, sin embargo,cometen salvajadas sin nombre contra seres indefensos.
Aquí quiero exponer un artículo del diario ABC Color que explica como unos desubicados le reventaron la boca con un petardo a una pobre perra. Pueden ver las fotos y sacar sus propias conclusiones.
Este es Paraguay, esta es su gente y me da verguenza.

Cuando se tortura a alguien que no puede denunciar
Torturar a un ser vivo inocente es una de las más desgarradoras escenas que un ojo pueda contemplar. Este caso lo vivió en carne propia una perrita llamada Mandy, quien en la noche de Año Nuevo fue víctima de unos delincuentes que explotaron fuegos de artificio dentro de su boca. Muchas personas se solidarizaron con Mandy, quien se está recuperando de a poco.
por
Oscar López Deggeller




ABC Digital

Fuente: Organización Adoptame

Graficando la escena, Mandy era una perrita que circulaba por el barrio Mundo Aparte de Asunción, cuando unos mal llamados seres humanos se acercaron a ella y no tuvieron mejor idea que reventarle la mandíbula -literalmente- a fuerza de bombas de estruendo.


La pobre animalita deambuló con la quijada quebrada sin poder consumir líquido ni alimento alguno durante dos días, mimetizándose entre los demás canes olvidados por la sociedad que vagan por las calles.

Una serie de eventos surgidos a partir de la denuncia de un alma samaritana, pusieron la situación de Mandy a conocimiento de los voluntarios de la organización Adoptame, abocada en proveer de una vivienda digna a los animales que no la tienen.

Luego de tres días de búsqueda, Mandy fue hallada en las cercanías del Sanatorio Migone.

Así llegó Mandy a la clínica del Dr. Ferrer, con la boca totalmente destrozada.

Mandy fue atendida en la Clínica Ferrer por el mismo Dr. Pedro Ferrer, quien -hasta el momento- hace todo lo posible para normalizar el cuadro de la perrita.

Según la Dra. Cinthia Garabano, quien trabaja con el Dr. Ferrer, Mandy llegó a la clínica con una fractura bilateral de mandíbula, en otras palabras, la parte inferior de su boca estaba literalmente colgada.

El Dr. Ferrer informó que la operación de Mandy fue riesgosa y en un principio -por la gravedad del caso- había sugerido la eutanasia. Había llegado al centro médico con una lesión grave, con laceraciones en toda la boca.

Luego de dos horas de esfuerzo de los profesionales veterinarios, lograron salvarle la vida.

El alimento que consume Mandy es un paté ante su imposibilidad de masticar sólidos y no hubo necesidad de que se nutra a través de la sonda esofágica que le habían instalado.

Luego del aval del médico, Mandy fue sometida quirúrgicamente y la operación resultó un éxito. Actualmente ya se alimenta por vía oral y ya no utiliza un tubo para alimentarse. El animal cuenta con 12 clavos -seis en cada lado de su mandíbula- para que las estructuras óseas estén sujetas. Este artefacto estará sujeto a su quijada por los próximos dos meses.

Una gran cantidad de personas han conocido la historia de Mandy vía Facebook y los voluntarios del grupo "Adoptame" han destinado puntos estratégicos donde se pueden realizar aportes para colaborar con la recuperación de la perrita que, gracias al esfuerzo desinteresado, va en progreso.


Organización Adoptame

Luego de la operación, Mandy muestra un aspecto mucho más alentador.
Ahora bien, ¿qué pasa con los responsables? Dar con los agresores de Mandy es una tarea muy difícil, principalmente porque no hay un organismo estatal que se dedique a la búsqueda de personas que hayan cometido atentados contra animales. ¿El motivo? No existe legislación alguna que castigue a estos inadaptados.

La presidenta de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas del Paraguay, Francesca Crosa, realiza “lobby” en forma periódica en los pasillos del Congreso Nacional buscando una respuesta a un proyecto de Ley que plantea reconocer al animal como una persona para que los delitos que se cometan en su contra sean penados, tal y cual se establezcan.

Al desinterés de las autoridades se suma la desidia de las personas que maltratan a sus mascotas. En Paraguay tenemos la costumbre de adquirir un animal cuando tiene nada más que meses de vida y, cuando crecen, ya se vuelven una carga y no les prestamos atención. En otros casos, como en el de Mandy, la experimentación con seres vivos y juegos pirotécnicos supera los límites del raciocinio para irrumpir en el campo de la barbarie y la enfermedad.

Al igual que Mandy, de seguro existen varios animales que sufren la inconsciencia de sus dueños -o de quienes los encuentren en las calles- y por la necesidad de una ley que los ampare.

Fuente:http://www.abc.com.py/nota/cuando-se-tortura-a-alguien-que-no-puede-denunciar/