viernes, 9 de julio de 2010

Un viaje en micro


Foto: Melissa Rogers
Subirse a un micro y realizar un corto viaje por la ciudad puede resultar una aventura peligrosa. Solemos leer en los periódicos que algunos de estos vehículos del transporte público son chatarras inservibles. Ya no resulta inaudito leer que alguno atropelló una casa o una columna porque le fallaron los frenos, o que tuvieron un accidente y los pasajeros salieron todos cortados y heridos porque los vidrios que utilizaban en las ventanas no eran los apropiados...
Pero un viaje en micro por la ciudad, también puede ser una agradable aventura. Podemos ver gente caminando, las veredas coloridas, los distintos tonos de verde de los árboles, sentir distintos aromas que provienen de las comidas, de las panaderías, de las frutas que se apilan en las esquinas de la calle y sentir a través del olfato la ciudad vibrante.

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