Cada vez que se aproximan las nubes oscuras es un misterio... no sabemos qué esperar: puede ser lluvia mansa, tormenta, granizo, viento y también destrozos.
Últimamente la lluvia mansa es cada vez más rara, y cuando cae sentimos que es una bendición. Ahora los cambios son bruscos y somos avisados por la televisión que estamos en ALERTA, eso quiere decir que podemos esperar granizo y vientos muy fuertes.
El lunes pasado, aquí en Minga Guazú, sopló un viento que rompió una rama grande de mi Villetana. No causó ningún destrozo material pero nos deja la certeza de que la naturaleza es la que domina.
El Alto Paraná prácticamente está sin árboles. Son muy pocas las reservas que subsisten aún, por eso los cambios son así de bruscos. Se han destruido miles de hectáreas de bosques y se siguen destruyendo aún hoy siendo que hay leyes que deberían protegernos de los depredadores. Ojalá eso cambie. Todavía no tengo nietos, pero me gustaría que ellos puedan ver en el futuro la belleza de un bosque, el cauce de un arroyito límpido y los animales autóctonos transitando tranquilos por los santuarios verdes. Espero que no sea una utopía. Ojalá que los funcionarios de la SEAM (Secretaría del Medio Ambiente) lo permitan.